Brevemente explico que la película “Juventud y Educación”, fue un documental elaborado por personal de la Universidad Pedagógica Nacional en donde se realizaron entrevistas a cuatro alumnos, diferentes edades y licenciaturas de la UPN (Administración Educativa, Sociología de la Educación) en la cual nos daban a conocer, gustos, pasatiempos, aspiraciones, deseos, pero principalmente haciendo énfasis a su noción de educación y juventud.
En lo personal, considero que la juventud es una palabra, un término, una etapa de la vida humana, que como bien lo dijo Marco de 28 años en la entrevista y con el que coincido “ la juventud te hace ser más libre”, ya que por el simple hecho de tener ciertos años te da la libertad de hacer, pensar lo que tú creas conveniente, tomando así mismo la obligación de que, todo lo que tu digas, pienses o agás traerá consecuencias negativas o hechos positivos a tu vida.
Pero del mismo modo, la Juventud implica obligaciones, deberes que como tú, joven adulto, estas condenado a hacer, obligaciones de las que no puedes escapar.
Particularmente me ha llamado la atención la entrevista que le realizaron a una mujer estudiante de 46 años la cual a pesar de que está consciente de que al término de su licenciatura será difícil encontrar trabajo por la edad que tiene, ella no pierde el dedo del renglón, sabe que será un reto difícil pero no imposible.
Respecto a lo anterior me ha dejado una agradable lección de vida, y al menos yo lo relaciono de esta manera, para darme cuenta que el educarte, instruirte, enriquecerse de conocimientos no es asunto solo de jóvenes, la educación no implica que tengas ciertos años para poder ejercerla, al contrario considero que cualquier persona, sea hombre o mujer, joven o adulto, tiene el derecho hacerlo, aun cuando por asares del destino hallas decidido truncar tus estudios nunca es tarde para retomarlos.
Porque cuantos veces no hemos escuchado decir a familiares, o conocidos que la escuela no es para ellos (as), o que como vulgarmente se dice “a mi ya se me fue el tren”, y eso no es cierto, no debería ser así, porque como sabemos, en la actualidad todas las instituciones educativas tiene un alto grado de demanda y hasta ahora ha sido imposible que todos vallamos a la escuela, pero también es cierto que la mayoría de las cosas que sabemos, las sabemos fuera de una institución, en casa, en la calles, con los amigo, etc.
De esta manera llego a la conclusión de que la juventud y la educación no son términos que vallan de la mano, es decir, que se necesite ser joven para poder educarse, al contrario considero que es a partir de la juventud cuando uno como ser maduro comienza su verdadera instrucción, cuando tú mismo decides que aprender y que no, creer o no creer, es decir vas decidiendo qué camino tomar.
En lo personal, considero que la juventud es una palabra, un término, una etapa de la vida humana, que como bien lo dijo Marco de 28 años en la entrevista y con el que coincido “ la juventud te hace ser más libre”, ya que por el simple hecho de tener ciertos años te da la libertad de hacer, pensar lo que tú creas conveniente, tomando así mismo la obligación de que, todo lo que tu digas, pienses o agás traerá consecuencias negativas o hechos positivos a tu vida.
Pero del mismo modo, la Juventud implica obligaciones, deberes que como tú, joven adulto, estas condenado a hacer, obligaciones de las que no puedes escapar.
Particularmente me ha llamado la atención la entrevista que le realizaron a una mujer estudiante de 46 años la cual a pesar de que está consciente de que al término de su licenciatura será difícil encontrar trabajo por la edad que tiene, ella no pierde el dedo del renglón, sabe que será un reto difícil pero no imposible.
Respecto a lo anterior me ha dejado una agradable lección de vida, y al menos yo lo relaciono de esta manera, para darme cuenta que el educarte, instruirte, enriquecerse de conocimientos no es asunto solo de jóvenes, la educación no implica que tengas ciertos años para poder ejercerla, al contrario considero que cualquier persona, sea hombre o mujer, joven o adulto, tiene el derecho hacerlo, aun cuando por asares del destino hallas decidido truncar tus estudios nunca es tarde para retomarlos.
Porque cuantos veces no hemos escuchado decir a familiares, o conocidos que la escuela no es para ellos (as), o que como vulgarmente se dice “a mi ya se me fue el tren”, y eso no es cierto, no debería ser así, porque como sabemos, en la actualidad todas las instituciones educativas tiene un alto grado de demanda y hasta ahora ha sido imposible que todos vallamos a la escuela, pero también es cierto que la mayoría de las cosas que sabemos, las sabemos fuera de una institución, en casa, en la calles, con los amigo, etc.
De esta manera llego a la conclusión de que la juventud y la educación no son términos que vallan de la mano, es decir, que se necesite ser joven para poder educarse, al contrario considero que es a partir de la juventud cuando uno como ser maduro comienza su verdadera instrucción, cuando tú mismo decides que aprender y que no, creer o no creer, es decir vas decidiendo qué camino tomar.
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